domingo, 21 de octubre de 2012

Stand by

No se si será el frío pero cada vez que llegan estas fechas resurge de las cenizas el rito de escribirte. Quizá sea que el invierno y las ganas de que alguien te abrace son directamente proporcionales y, a mí, solo me apetece que me abraces tú. Puede que me folle a otros, pero el amor es tuyo.
Todavía me es difícil de comprender por que tú nunca llegaste a quererme como yo, y no es que me considere especial ni una persona digna de que alguien se enamore de ella, pero le has dado amor a otras que solo te hicieron daño. Creo que ese es el problema. Yo también rechacé a personas con las que podría haber creado un vínculo por el simple hecho de que no eran tú. Así nos va.
Y es que no hay ninguna duda, te quiero. En realidad, nunca dejé de hacerlo, por mucho que me auto convenciera de que ya no era así. Estupideces. Aunque admito que algún día me gustaría tenerte enfrente y decirte mirándote a los ojos que ya no te quiero, que ya siquiera me importas. 
Mientras tanto, seguiremos siendo una fecha en el calendario, una esperanza estúpida que aparece de vez en cuando y conversaciones trascendentales una vez cada tres o cuatro meses. Mientras tanto, tu nombre seguirá siendo la respuesta cuando me pregunten: "¿En que estás pensando?"

sábado, 13 de octubre de 2012

Carta al pasado.

Querido ex-amor: 
Si estás leyendo esto es porque en el fondo todavía te importo, machote. Ha pasado tanto tiempo que incluso parece más ¿Verdad? Resulta difícil mirar atrás y no encontrarte en ninguno de mis pensamientos. Es irónico, pero de vez en cuando todavía me acuerdo de ti, de esa espinita que dejaste clavada en mi y quería que lo supieras. Desde siempre y para siempre; el primero y el último, lo prometo. Tú hace tiempo que dejaste de cumplirlo pero no te lo tengo en cuenta, tranquilo. 
Coge aire, que esto que te voy ha decir no es fácil de asimilar. Sabes que a mí eso de saturarte la cabecita es algo que me encanta. Bueno, a día de hoy si tu me dijeras "ven" volvería a la monogamia por mucho que me aterre, pero eso ya lo sabes. Tú, mis locuras y yo. Siempre fuimos el trío perfecto, aunque a veces te parecían demasiado. Nunca te acabó de gustar eso de que estuviera un poco loca y no me diera miedo amarte, pero tengo claro que a la vez era lo que más te gustaba de mí. 
Juro no olvidarme nunca de la forma en la que te amé. Éramos demasiado jóvenes para enamorarnos, todavía lo seguimos siendo. ¿Qué más da que no me quieras? Ya no me da miedo no tenerte, aunque te siento siempre siempre.  
Juegos de niños, promesas al viento. Todo eso quedó atrás, pero ya no duele, ya ni si quiera me inspira. Me he dado cuenta de que el tiempo es caprichoso y pone cada cosa en su lugar. Siempre pensamos que nada a terminado del todo y en el fondo es cierto. Ya volveremos a vernos. Y si no es así, ya volveremos a recordarnos. El tiempo pasa, el puto reloj nunca se detiene, pero cuando estabas a mi lado no tenía prisa. Siempre pensando en el futuro sin saber que quizá mañana ya no estemos aquí. 
Perdiste a la persona que más te ha querido. Perdí a la persona que nunca me llegó a querer. Ahora tengo el alma desnuda. Ya no se amar, aunque me gustaría. Espero que volvamos a sentir el amor. Yo el que sentí por ti. Tú el que tendrías que haber sentido por mi.
Que te quede claro que yo creo que nunca es tarde para volver a empezar, pero ya no me apetece. Algún día volveremos a vernos, lo se. Lo se de esa forma que tanto te asustaba. Nunca nos dijimos adiós, por lo que no hubo despedida. En el fondo lo hicimos porque sabes que no me gustan esas cosas. El "hasta luego" que alimenta mi corazón está intacto y lo seguirá estando, aunque quiero que comprendas que igual cuando quieras volver no estaré ahí. Igual el día de mañana ya no me apetece acariciarte. Pero ahora no me apetece pensar en eso, te escribía por nuestro aniversario. Felicidades por otro día separados. 
                                                                                                         Siempre tuya, Lara.