miércoles, 7 de marzo de 2012

.

Cuando tu vida depende de otra persona, cuando esa persona no está aquí contigo, cuando te sientes el ser más pequeño e insignificante del mundo, solo tienes ganas de no seguir adelante. Y no, no importa cuantas risas te eches con tus amigas, ni cuantas noches pases en vela, llorando. Nada de eso importa, porque para esa persona nada será suficiente. Y no importa cuanto de arrepientas de tus actos, ni que hayas cambiado completamente tus costumbres, que hayas dejado atrás tus vicios, ni cuantos detalles tengas. Nada es suficiente. Y a ti te mata por dentro. Solo te sientes bien fumando como una posesa (todavía más), comiendo nocilla a cucharadas, escuchando una y otra puta vez la misma canción que un día dijisteis que era solo vuestra... Y quieres morir, pero no te rindes. Sigues mandandole un puto sms, y pegándote todo el puto día pegada al teléfono o a la jodida pantalla del ordenador para ver si él te dice algo. Y miras una y otra vez su puto perfil y piensas "¿Cuántas visitas tendrá de mi hoy?" Pero dejaste de contar cuando llevabas alrededor de 50.. Y lloras para sentirte menos inútil. Y piensas que quizás lo mejor es olvidarle, seguir adelante, encontrar a otro tío mejor.. ¿Pero que otro tío mejor? Él es increíble, y lo quieres tal y como es. Y por eso sigues así, porque no te da la puta gana de pasar página, porque le quieres con todas tus fuerzas (incluso con más fuerza de la que tú piensas) y sigues creyendo que algún día él va a volver... pero ese día nunca llega. Y ahí estás, como una desgraciada, muerta en vida, sin saber que hacer porque a ti, esto del amor, siempre te quedó un poco grande.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sonrisas