martes, 4 de diciembre de 2012

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Se acerca la navidad y este año tengo más claro que nunca lo que quiero. Quiero que en todas las casas se pueda celebrar ya no la navidad, si no el amor. No importa que sea con la familia, con los amigos o con un desconocido que te guiña un ojo si te ve llorando por la calle. No importa que lo celebréis el 25 de diciembre o el 3 de febrero. El verdadero significado de la navidad es tener a tu lado a gente que te quiere y la muchedumbre no está acostumbrada a eso. Que nadie esté triste, pues nadie está solo. Solo quiero que estas navidades el regalo más grande, el regalo que a todo el mundo llegue, sea un simple "te quiero". Porque a veces pensamos que los buenos regalos se compran, pero los buenos regalos son aquellos que proceden de una persona que quieres en el momento que más necesitas. No compréis flores, ni anillos, ni colonias. No regaléis un viaje. En estas fechas coger a alguien importante, darle un beso y decirle que estás ahí, a su lado. Muchas veces nos olvidamos de las cosas importantes y las cosas importantes de la vida tienen nombres y apellidos. Ese es el verdadero regalo, el más grande, y es el que yo quiero para estas navidades.

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Sonrisas